Todos recordamos hace años que
buscábamos un móvil lo más pequeño posible, se hacían móviles
con las teclas como granos de arroz, sin antena, con una pantalla de
1 línea y todos estábamos tan contentos, era la revolución, el
poder llevar un teléfono casi sin notarlo, podríamos hablar en
cualquier sitio y desde ese momento disponíamos de una cosa que eran
los SMS, una manera de olvidar la ortografía y ser un poco más
incultos (en algunos casos ya no se podía ir a más), en muchos
casos para escribir el máximo de caracteres había que quitar
algunas letra y abreviar algunas otras, añadiendo que mucha gente
aún no diferencia entre: b–v, ll–y,... pues el tema se ponía
feo.
Lo bueno de estos antiguos móviles era
que que no había tanta rivalidad, teníamos una cantidad
considerable de marcas y tres operadores, así todos contentos,
llevándose la palma Nokia, sin imaginar que eso de estar en el
candelero no duraría mucho, que irían cuesta abajo y sin frenos,
pero ahí no entraremos, al menos hoy.
Poco a poco fueron apareciendo los
primeros aparatos equipados con cámara de fotos digitales, la
revolución empezaba, teníamos la posibilidad de llevar siempre una
cámara en el bolsillo y poder hacer alguna foto, ya fuese por placer
o incluso nos podría sacar de un apuro. El llevar cámara de fotos
repercutía directamente en el tamaño del terminal, ya que debía
tener una pantalla algo más grande para poder visualizar aquellas
fotos, que en sus principios, también venían bien para ejercitar la
mente y adivinar quien era la persona que aparecía, dada un baja
resolución.
Una vez pasamos el tramo de cámara de
fotos integrada y algo más de tamaño, empezamos con las conexiones
a Internet (algo caras) pero que igual también nos podría venir
bien para consultar algo puntual y claro todo lo que fuese avanzar en
tecnología, pues,.... bienvenido sea.
Las marcas empiezan a pensar,... si
tenemos teléfonos móviles (cada vez menos móviles) con cámara de
fotos, una pantalla con un tamaño más que considerable y además
algunos de ellos con conexión a Internet, pues... que empiece la
fiesta!!!!. Empezamos a ver PDA's con conexión telefónica y las
Blackberry empiezan a inundar el mercado, en muy poco tiempo
empezamos a ver a mucha gente con esos móviles “grandecitos”
con teclado qwerty y que permite enviar y recibir correos, consultar
Internet desde cualquier sitio y la cosa empieza a gustar, por un
periodo más que suficiente, parecía que ellos serían los que se
llevarían el gato al agua, los que cortaría el bacalao, ellos sería
los reyes del mambo y que todos tendríamos al menos uno de esos
aparatos en nuestro poder, pero.... como pasa con toda la tecnología,
no siempre el futuro es lo que parece desde el presente, y como años
antes se habían caído de morros los señores de Nokia, ellos no
podían pensar que pronto llegaría su momento y se la darían igual
o más fuerte.
A que Blackberry fuese cayendo por el
precipicio ayudaron mucho los señores de Samsung y como no,... los
señores de Cupertino.
Es el momento de los Smartphones y
todas las marcas quieren su trozo de pastel, pero como pasa en
todo,... solo los más grandes resisten y el resto van quedando en el
camino,...
Al final se disputan el 90% del mercado
Apple y Samsung, el resto para las marcas minoritarias, que es para
los usuarios que no les da la gana gastar 500 o 600 euros en un
teléfono, son la minoría, pero si nos lo paramos a pensar,... es lo
más lógico, pero ese también sería otro tema.
Pues justo aquí es donde empieza la guerra, esa guerra declarada por los usuario de la manzana hacia los de Samsung y a la inversa. Es curioso como hay gente que incluso discute y alardea de las aplicaciones y virtudes de su teléfono de casi 600 euros y el cual hay que cargar a diario y que en muchos casos no recuerdan la última vez que hicieron una llamada con él, pero eso no importa, al fin y al cabo, solo es un movil.
El tema de IOS vs ANDROID lo dejamos
para otro día, hay mucho que hablar y seguro que muchos puntos de
vista.
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